EL BAUTISMO EN EL NOMBRE DE JESÚS
El Significado y Fundamentación Bíblica:
El bautismo es una de las prácticas más importantes en la vida cristiana, y su significado ha sido objeto de debate entre teólogos a lo largo de los siglos. En este artículo, exploraremos los antecedentes del bautismo tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, su importancia, simbolismo, quiénes deben bautizarse y, finalmente, por qué el bautismo debe ser en el nombre de Jesús, según la Biblia.
Antecedentes del Bautismo en el Antiguo Testamento:
Aunque el bautismo, como lo conocemos en el Nuevo Testamento, no aparece explícitamente en el Antiguo Testamento, encontramos prácticas y rituales que apuntan hacia una limpieza espiritual que se cumple en el bautismo cristiano. En el Antiguo Testamento, el agua a menudo simbolizaba purificación. Por ejemplo, en Levítico 16:4, los sacerdotes debían lavarse antes de entrar en el tabernáculo. Además, las leyes de purificación en Números 19 hacían uso del agua para limpiar a quienes habían estado en contacto con la muerte. Estas acciones de purificación señalaban una limpieza externa que anticipaba la obra interna y espiritual que Dios haría en los corazones a través del bautismo.
El profeta Ezequiel también vislumbró una renovación espiritual mediante el agua: “Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias” (Ezequiel 36:25). Esto prefigura el bautismo como una limpieza no solo física, sino espiritual, en la que Dios purifica a su pueblo de sus pecados.
Antecedentes del Bautismo en el Nuevo Testamento: En el Nuevo Testamento, el bautismo toma un nuevo significado con la venida de Juan el Bautista, quien proclamaba un bautismo de arrepentimiento para el perdón de los pecados (Marcos 1:4). Este acto preparaba el camino para Jesús, quien también fue bautizado, aunque sin pecado, para cumplir toda justicia (Mateo 3:13-17). Aquí es importante destacar que el bautismo de Juan era un símbolo de arrepentimiento, pero el bautismo en el nombre de Jesús, que se estableció después de su resurrección, tiene una connotación más profunda: la identificación con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo.
En Hechos 2:38, Pedro, lleno del Espíritu Santo, instruye a los primeros creyentes a arrepentirse y ser bautizados en el nombre de Jesús para el perdón de los pecados y recibir el don del Espíritu Santo. Desde este punto, el bautismo en el nombre de Jesús se convierte en el modelo que los apóstoles enseñaron y practicaron a lo largo del libro de los Hechos.
La Importancia del Bautismo: El bautismo es un acto de obediencia que simboliza la obra redentora de Cristo. Jesús mismo ordenó a sus discípulos a bautizar a otros (Mateo 28:19), lo que deja claro que es un mandato importante para todo creyente. A través del bautismo, nos identificamos públicamente con la muerte, sepultura y resurrección de Cristo. El apóstol Pablo explica en Romanos 6:3-4 que al ser bautizados, morimos al pecado y somos resucitados a una nueva vida en Cristo.
El bautismo, entonces, no es solo un símbolo externo, sino una representación de una transformación interna. Es una declaración pública de fe que muestra la unión del creyente con Cristo y la comunidad de fe.
Lo Que Simboliza el Bautismo:
El bautismo es un acto que simboliza el nuevo nacimiento. Al ser sumergidos en el agua, se representa la muerte y sepultura del antiguo “yo” pecaminoso. Al salir del agua, se simboliza la nueva vida en Cristo, libre del pecado y destinada a vivir en la gracia de Dios.
En Colosenses 2:12, Pablo describe el bautismo como un símbolo de ser sepultados y resucitados con Cristo: “Sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él mediante la fe en el poder de Dios, que le levantó de los muertos”. Así, el bautismo representa la identificación del creyente con la obra completa de Cristo.
¿Quiénes Deben Bautizarse?
El bautismo es para aquellos que han creído en Jesucristo como su Salvador y han tomado la decisión consciente de seguirle. En Hechos 8:12, cuando Felipe predicó a los samaritanos, aquellos que creyeron “se bautizaban, tanto hombres como mujeres”. Este patrón continúa a lo largo del Nuevo Testamento: aquellos que creen, se arrepienten de sus pecados y deciden seguir a Jesús, son bautizados. No se trata de una práctica para bebés, sino para aquellos que han comprendido el mensaje del Evangelio y han decidido por fe entregarse a Cristo.
¿Para Qué es el Bautismo?
El bautismo tiene varios propósitos:
Obediencia a Cristo: Jesús mismo mandó a sus discípulos que bautizaran a los nuevos creyentes como parte del Gran Mandamiento (Mateo 28:19).
Identificación con Cristo: Simboliza nuestra unión con la muerte y resurrección de Jesús.
Entrada en la comunidad de fe: A través del bautismo, no solo hacemos una declaración personal de fe, sino que también nos unimos a la comunidad global de creyentes.
Remisión de pecados: Según Hechos 2:38, el bautismo en el nombre de Jesús es para el perdón de los pecados, una manifestación externa de la obra redentora de Dios en el corazón del creyente.
¿Por Qué el Bautismo es en el Nombre de Jesús?
El argumento de que el bautismo debe ser en el nombre de Jesús se fundamenta en varios pasajes del Nuevo Testamento, particularmente en el libro de los Hechos. En Hechos 2:38, Pedro instruye a los judíos que se arrepientan y se bauticen “en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados”. Asimismo, en Hechos 19:5, los discípulos de Éfeso fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
La insistencia en bautizar en el nombre de Jesús no es una mera formalidad, sino una declaración de fe en la autoridad y obra completa de Cristo. El bautismo en su nombre refleja la fe en que solo Él es nuestro Salvador y el único camino para la remisión de pecados. Colosenses 3:17 dice: “Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús”, lo que incluye el bautismo.
Aunque en Mateo 28:19 Jesús instruye a bautizar “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”, muchos estudiosos entienden esto como una referencia a la autoridad trinitaria manifestada plenamente en el nombre de Jesús, ya que el Padre se revela en el Hijo y el Espíritu Santo es dado en su nombre.
Conclusión: El bautismo en el nombre de Jesús es una doctrina central para los creyentes, basada en las enseñanzas del Nuevo Testamento y la práctica de los apóstoles. Simboliza una nueva vida en Cristo, el perdón de pecados y la entrada en la comunidad de fe. Como seguidores de Cristo, debemos obedecer este mandato y comprender su profunda importancia en nuestras vidas espirituales.
No hay una contradicción entre Mateo 28:19 y hechos 2:38 como algunos equivocadamente sugieren; ni se trata de 2 bautismos diferente como otros piensa. Esto es más sencillo de lo que se cree. En Mateo fue dada la orden y en hechos 2:38 se inicia con el cumplimiento de la misma. Si se fijan bien, en mateo 28:19 no se realizó ningún acto de bautismo, solo se dio la orden, el mandato que debían cumplir los apóstoles y todos los demás creyentes que los precedieran.